¿Cuántas veces te has quedado con ganas de hacer algo porque "te van a ver?"
Correr
Saltar
Gritar
Comer
¿Y cuántas veces te has mortificado tanto por una situación, porque qué van a pensar y decir los demás?
Cuando te subes a un transporte público
Cuando te pasaste de cosas en el súper y a la hora de pagar no te alcanza
Cuando esperas en una fila
Cuando tu tarjeta no pasa a la hora de pagar, por la razón que sea, no le vas a explicar a las personas de tu alrededor, que si tienes dinero, pero que la tarjeta está vencida ¿Verdad?
A veces a todos se nos antoja hacer cosas por impulso, te emocionas tanto que quieres gritar y brincar de felicidad, quieres darle las gracias a alguien que te atendió muy bien en una tienda, o por el contrario, quisieras quejarte con el jefe de alguien que no hizo bien su trabajo, quieres aplaudirle y gritarle muy fuerte a tu hijito en el festival de la escuela, quieres echarle una porra a alguien, pero simplemente no lo haces... porque te da pena. Vivimos preguntándonos ¿Qué van a decir los demás?
!Llegas a tu casa y te arrepientes muchísimo! Piensas:
Le hubiera dado un abrazo
Lo hubiera saludado
Me hubiera comido eso que me ofrecieron
Me hubiera subido al transporte
Hubiera cantado
Hubiera bailado con él
¿Sabes? El hubiera no existe, ya es pasado. Lo peor es que a la gente no le interesa, cada quien tiene sus propios asuntos por resolver, y a los que si les interesa, te prometo que ni siquiera valen la pena.
Vamos a vivir nuestros momentos, los que se presentan cada día y pueden ser un gran experiencia que no sabrás, hasta que te atrevas a hacerlo.... Sin pensar en lo que van a decir los demás..
Cuando tu empiezas a ver la vida diferente, contagias, y la gente que está a tu alrededor cambia también. Si te empiezas a abrir con los demás, te darás cuenta de que a todos nos pasa.
A la mayoría nos ha pasado un contratiempo, al menos a la gente normal, a la que no es perfecta. No hay porque avergonzarnos. Así es la vida.... Nadie es perfecto. A muchos se nos olvida, que todos somos humanos, que somos personas y que nos pasan casi las mismas cosas.
Deberíamos pensar siempre en las situaciones incómodas que nos han pasado, precisamente para no juzgar a los demás, una sonrisa de "te entiendo" a alguien que le sucede algo incómodo, es muy tranquilizante.
En el momento que empiezas a actuar, sin pensar en qué van a decir los demás, te liberas, es como si te quitaras un gran peso de encima y prometo que disfrutarás más las cosas. !Vamos a vivir!
Sinceramente
Mariana Oropeza
Especialista en Bioneuroemoción
Especialista en Bioneuroemoción
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