Es un proceso, no la puedes obtener de un día para otro, sin embargo entre más segura estés de quererla, más fácil y rápido la obtendrás. Cuando dices basta, cuando ya no quieres seguir con las voces que rondan tu mente, las cuales hacen que tus pensamientos vuelen, te lastimen y te distraigas de las cosas que realmente importan, es cuando empiezas a "despertar", a darte cuenta de lo que te hace daño y a dejar a un lado la soberbia, el ego y es cuando llega la humildad y al fin, la paz.
Primero tienes que aceptar. ¿Qué hay que aceptar?
¡TODO!
-Tu color de piel, tus ojos, tus manos, tus pies, tu cabello, tu voz, tu cuerpo.
-A tus hermanos, a tus padres, a tus hijos, aceptar a toda tu familia, a tus vecinos, a los maestros de tus hijos, a tus compañeros de trabajo, todo lo que no te gusta, sus pláticas, sus modos, sus decisiones, su manera de ser.
-Las consecuencias de tus decisiones, me atrevo a decir que la mayoría de nuestros problemas, son causados por las decisiones equivocadas que tomamos, así de fácil, no hay más.
-Las cosas materiales que posees, todas. Una por una, sean pocas o muchas, te gusten o no (lo cual no quiere decir que ya no vas a querer más o a superarte).
-Tu enfermedad.
Aceptar es no resistirse, es dejar que la vida fluya, es concentrarse en lo que realmente es importante, es aprovechar toda tu energía para cumplir tus sueños. Cuando no aceptas, estás enojada, vives contracorriente y nada fluye bien, las cosas te salen mal porque quieres vivir una vida que no tienes, quieres que la gente sea diferente. No podemos cambiar a cada una de las personas, ni cada una de las situaciones ajenas a nosotros, sin embargo te irás dando cuenta poco a poco, que si cambias tú, cambia todo a tu alrededor.
Siempre ten presente que todos somos seres humanos, que somos iguales, que tenemos problemas, alegrías, tristezas, preocupaciones. No nada más tú estás preocupado, triste o enojado. A todos nos pasan las mismas cosas, cuando empezamos a entender a los demás, descubrimos por qué está de malas siempre, por qué está seria esa persona, por qué grita, por qué llora.
Ejercicios:
1.- Cuando te vengan pensamientos negativos o que te causen conflicto, miedo o dolor, di: CAMBIA, dilo fuerte, grítalo si puedes, si lo gritas mentalmente porque tienes gente a tu alrededor, también sirve. Siempre hazlo, no permitas que se te escape ni un solo pensamiento; entre más lo repitas más funciona. Acostumbrarás a tu mente a que no piense en cosas negativas y que te causen daño. Vamos a entrenarla.
2.- Escoge un lugar tranquilo. Siéntate en una posición cómoda. El tronco y la cabeza deben permanecer rectos, las manos, sobre las rodillas con las palmas hacia arriba. Mantén los ojos abiertos, pero no tensos, sino relajados, en un punto que esté ubicado frente a ti, a una distancia no mayor a un metro. Suelta el cuerpo varias veces, hasta que lo sientas equilibrado.
Concéntrate en tu respiración. De ser posible haz la respiración abdominal, (recuerda que toda respiración, consta de inhalación y exhalación.
Respira por la nariz, inhalando tanto aire como puedas, no fuerte o ruidosamente sino suavemente. Luego exhala tranquila y lentamente, expulsando el aire hasta vaciar completamente los pulmones. Al exhalar, pronuncia suavemente (mental o vocalmente) la palabra NADA, sintiendo la sensación de nada, que todo tu ser se vacía, al tiempo y de la misma manera que se vacían de aire los pulmones.
Vuelve a inhalar y a exhalar, pronunciando NADA, sintiendo que todo tu ser se relaja, que tu cerebro, brazos, estómago, piernas, quedan vacíos. Lo decisivo es permanecer el mayor tiempo posible con la sensación de "mente vacía".
(Del sufrimiento a la paz, Padre Ignacio Larrañaga, Ed. San Pablo)
Al principio, no será fácil, vendrán a tu mente imágenes y pensamientos, no te molestes, no pasa nada, vuelve tranquilamente a tu ejercicio y poco a poco tu mente te irá obedeciendo, hasta que tú logres controlarla por completo.
Vuelve a inhalar y a exhalar, pronunciando NADA, sintiendo que todo tu ser se relaja, que tu cerebro, brazos, estómago, piernas, quedan vacíos. Lo decisivo es permanecer el mayor tiempo posible con la sensación de "mente vacía".
(Del sufrimiento a la paz, Padre Ignacio Larrañaga, Ed. San Pablo)
Al principio, no será fácil, vendrán a tu mente imágenes y pensamientos, no te molestes, no pasa nada, vuelve tranquilamente a tu ejercicio y poco a poco tu mente te irá obedeciendo, hasta que tú logres controlarla por completo.
Para lograr algo sólo tienes que empezar a hacerlo, no lo pospongas, decide cambiar, decide ser feliz, decide tener paz.....
Sinceramente
Mariana
No hay comentarios.:
Publicar un comentario