Somos seres humanos libres y tenemos el derecho de elegir. A veces sentimos que nos obligan a hacer o elegir algo, sin embargo no podemos culpar a nadie por esto. Nosotros elegimos obedecer y escoger lo que la otra persona quiere. Tal vez por comodidad, por flojera, por apatía, por falta de autoestima, por que sentimos culpa, porque nos sentimos agradecidos, por cariño o por amor.
Muchas veces vivir con la carga de una elección incorrecta, nos lleva a estar enojados, tristes, apáticos y te va creando un feo carácter que poco a poco vas sustituyendo por el buen humor que te caracterizaba, en pocas palabras, te va amargando la vida.
Pensamos que no tenemos otra salida, que lo que estamos eligiendo es nuestra única opción, se nos cierra el mundo y por lo que van a pensar los demás escogemos hacer, lo que no queremos.
Sin embargo, siempre, pero siempre tenemos que recordar que existe... Una segunda opción, y nunca es tarde para corregir una mala elección.
Cuando pasa algo malo o grave, siempre tienes de dos: O lo superas, aprendes y sigues de frente o nos afecta y nos cambia el día, el año o la vida completa, vives para recordarlo cada día, hasta que te consuma el dolor, los pensamientos o la culpa.
Puedes elegir la segunda opción para resolver o tomar simples decisiones como:
Ir a una fiesta
Platicar con alguien
Hacer un favor
Prestar algo
Cansarte
Descansar
Hacer ejercicio
Leer un libro
Hacer la comida
Limpiar tu casa
O decisiones grandes como:
Casarte
Divorciarte
Ser infiel
Escoger una carrera universitaria
Elegir un trabajo
Comprar una casa o un coche
Tener hijos
Siempre tenemos una opción diferente para todo, hay cosas que se tienen que hacer pero las puedes hacer de diferente manera. Vivimos culpando a los demás, de que no tenemos tiempo ni siquiera para leer un libro. Imagínate lo que pensará el inculpado: "A qué hora le dije que no podía leer".
Hasta en problemas o situaciones más graves, enfermedades, pérdidas, o separaciones dolorosas, siempre es posible elegir la segunda opción.
En todo lo que te pasa en la vida, tienes otra manera de resolver las cosas, aunque sea más difícil, aunque cueste más trabajo o aunque no les guste a los que viven a tu alrededor.
Si por alguna razón pierdes un año en la universidad, tienes de dos, o sigues y aguantas repitiendo año con los alumnos del grado anterior, o ahí la dejas y buscas un trabajo que no te va a redituar lo mismo que si hubieras acabado la carrera.
Cuando tu pareja es infiel, también tienes de dos, te sientes mal, ofendida, humillada para siempre y no vuelves a recuperar tu autoestima o superas la infidelidad, sabiendo que el del problema es él, que tu no tienes nada que ver, y empiezas tu vida emocional libre de ataduras y desde cero; y también tienes las opciones de hacerlo con o sin él; eso de que: "Por los hijos lo perdono", no se lo cree nadie. Es sólo tu elección.
Cuando al contrario, estás a punto de ser infiel, tienes la opción de respetar a tu pareja y no serlo. Nadie es obligado a nada en este mundo, bueno... casi nadie.
Reflexiona siempre, sobre todo en las grandes decisiones que tomes, tal vez te des cuenta que no es lo que tú quieres hacer, recuerda que siempre existe la segunda opción.
Sinceramente
Mariana Oropeza
Especialista en Bioneuroemoción
Especialista en Bioneuroemoción
3 comentarios:
Toda la razón, en nuestras manos está decidir ser felices o infelices por el tiempo que nos quede
Muchas gracias por esto me encantan tus publicaciones,yo pase por un proceso de infidelidad de mi pareja y si es muy cierto lo que comentas tu decides como tomarle gracias!!
Muchas gracias por esto me encantan tus publicaciones,yo pase por un proceso de infidelidad de mi pareja y si es muy cierto lo que comentas tu decides como tomarle gracias!!
Publicar un comentario