Hay días que parece que hablamos un idioma extraño. Nadie nos entiende, no comprenden lo que queremos o lo que sentimos. Nos sentimos tan solas. Llenas de voces, de trabajo, de quehaceres en la casa, de hijos, de esposo, de amigos, pero solas.
Ni siquiera nosotras sabemos lo que realmente sentimos, lo que realmente queremos. No sabemos si lo que tenemos es enojo o tristeza. No queremos que se vayan los demás pero tampoco queremos tenerlos cerca. Nos empiezan a llegar dolores físicos porque todo esos sentimientos fluyen y se transforman en dolor.
Lo peor que nos pueden decir es "estás loca", vas al doctor y su diagnóstico es "tiene usted estrés", "relájese y tome las cosas con calma para que se sienta mejor". ¿Cómo me relajo? ¿Qué es tomar las cosas con calma? ¡Relajarme de qué! Ni siquiera sé qué es lo que me está causando está ansiedad, este miedo, este desgano, esta soledad...
Te vuelves sensible y vulnerable, o todo te irrita o todo te hace llorar. Quisiéramos tener una goma mágica para borrar y volver a dibujar a las personas en el momento que nosotras queramos ver o desaparecer.
Cualquier problema se hace enorme e imposible de resolver. Las noches en vela son eternas y los días cortos, no hay tiempo que alcance para hacer todo. Todos están en nuestra contra y nos sentimos tan solas...
Cuando me veas así, cuando me veas triste, cuando ni yo te sepa explicar que tengo, sólo abrázame, tal vez eso sea suficiente para que al otro día todo amanezca mucho mejor...
Sinceramente
Mariana
1 comentario:
Que bonito escribiste esta vez, bueno en realidad siempre, pero hoy me sentí muy identificada. Lo más triste es que cuando quiero que me abracen solo me dicen que estoy loca y siento que nadie me comprende. Ojalá las personas y sobre todo la pareja supiera que a veces con solo un abrazo y decir que todo estará bien le solucionan el mundo a una. Pero en fin, cada cabeza es un mundo.
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