Nunca nos preguntamos para qué nos queremos casar. Es normal y todos lo hacen. Es lo que sigue después de ser novios. Sin embargo antes de decir "sí, acepto" debemos preguntarnos ¿para qué?
Algunas mujeres se casan pensando en tener hijos, esa es su finalidad. Por supuesto, la pareja se embaraza inmediatamente y se vuelven papás de por vida, el amor lo dejan de lado, lo único que importa en su mundo son los hijos. Probablemente el esposo sea infiel, porque la esposa no le hace caso, no lo atiende o siempre está cansada de cuidar tanto a los niños.
Algunos más se casan para tener una casa, un coche y un hogar. Otros más se casan para salirse de su casa. Sin saber claro está que en muy poco tiempo también van a querer huir de esa nueva casa. Los conflictos los andan cargando con ellos y al lugar que se muden se los llevarán en la espalda.
La mayoría ni siquiera sabe para qué se va a casar. Ahí se irá dando poco a poco la relación, claro, hasta que poco a poco se acabe también, y se divorcien. Herencias, prestigio, comodidad etc. etc. Muchas son las razones conscientes o inconscientes para llegar al altar.
El problema no es ese. El problema es, que cuando cumples tu meta ya no tienes para qué seguir junto a esa persona. Si te casas para tener hijos, cuando los tengas, ya no hay motivo para seguir juntos, los que sueñan con una casa y un coche cuando los tengan ya no queda nada más por hacer. Los que quieren un hogar, cuando lo forman ya no hay razón para seguir. Los que se casan para salirse de su casa cuando están fuera de ella ya no hay más por hacer.
El primer paso para llegar al matrimonio es responderte esa pregunta tan importante. Cuando la respuesta sea a largo plazo, cuando compartir, convivir, crecer, madurar, amar, servir, complacer, sean parte de tu respuesta entonces da ese "sí" tan esperado. La trillada frase "hasta que la muerte los separe" se ha convertido en sólo eso, una frase que se dice al final de una boda. No le damos la importancia que debe y no reflexionamos para ver si realmente la podemos cumplir.
El matrimonio no es para todos y no es a fuerza que te cases. Cuando tienes un objetivo de vida, una meta a muy largo plazo y en común con tu pareja, todo fluirá y podrán ser "felices para siempre".
Sinceramente
Mariana
1 comentario:
Que bonito Mariana, lo que dices es así, si tan solo fuéramos más sinceros con nosotros mismos, y escucháramos con atención lo que dice nuestro corazón, habrían menos divorcios y más personas felices, casadas o no... Un saludos desde Panamá!! y gracias por estos textos!!!
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