domingo, 13 de diciembre de 2015

Mujeres VS Mujeres

Creemos que nunca nos pasará, criticamos y juzgamos a las demás mujeres como si nosotras tuviéramos el futuro felizmente asegurado y no es así.  Criticamos a la exesposa de nuestra pareja cuando lo que deberíamos hacer es pensar, por qué tiene ella tanto resentimiento contra él. Estoy de acuerdo que una mujer puede hacer que un hombre sea diferente, sin embargo ese cambio, estoy segura, que no es radical. Ciertos trastornos como los celos, la mitomanía, la infidelidad y el alcoholismo no cambian sólo por amor.
 
No es una regla pero, cuántas veces  hemos visto esposas dando todo por su pareja y consolándolo por los "ataques" de su ex, y no pasan tres años cuando ella está igual que como estaba la primera esposa. Supongo que debes ser demasiado humilde para decir "que mala fui, la señora tenía razón, pobre, ya sé porqué se portaba así con él" Se necesita ser muy buena persona para reconocerlo.
 
Lanzamos toda nuestra furia contra nuestro mismo género. En el trabajo, muchas de nosotras tenemos privilegios con los compañeros y creamos muchas desventajas contra las compañeras, sobre todo cuando eres su jefa. Nos envidiamos, nos criticamos y no somos capaces de ayudarnos entre nosotras, no somos capaces de cosas tan fáciles como decirle a alguna desconocida en una fiesta, que trae el vestido levantado y se le ve "todo".
 
Todo esa energía negativa que lanzamos contra las demás, se nos regresa, y a las que nos la lanzaron a nosotras, también se les regresa; hemos creado una fuerza enorme que no nos sirve mas que para enfermarnos y amargarnos más. Todas contra todas. Yo te quito a tu marido porque a mi me quitaron a mi novio cuando era más joven, yo te quito tu trabajo, porque mi jefa anterior era una mala persona y así me desquito contigo.
 
Nos creemos Dios, y juzgamos y castigamos a las demás para que "sepan quien soy yo".
Nosotros no tenemos ni debemos castigar a nadie. Cada persona irá cosechando el fruto de lo que sembró. Y aquí mismo se verán las consecuencias de sus acciones y decisiones.
El odio y rencor, el estar planeando que decirle o hacerle a alguien para que sufra, te consume, y todo eso lo recibes sólo tú. A menos que la otra persona sea mágica o algo así, no escuchará ninguna de tus peleas internas y ficticias con ella. La única que escuchas eres tú, y a la única que le hace daño es a ti.
 
Qué pasaría si convirtiéramos esa fuerza en algo positivo... Nada ni nadie podría contra nosotras. Estoy segura que habría menos infidelidades, más armonía en el trabajo, en el vecindario...
 
Somos demasiadas y somos fuertes, cuando convirtamos esa energía en algo positivo, ¡podremos adueñarnos del mundo!
 
                                                                                                              Sinceramente
                                                                                                                  Mariana
 
 


No hay comentarios.: