Algunas veces tomamos decisiones y hacemos cosas sin pensar en el futuro, no planeamos ni en las cosas emocionales, ni en los asuntos de trabajo o estudio. Si cada vez que hacemos algo, sobre todo cosas importantes o que nos frustran o nos lastiman, nos preguntamos "¿Para qué lo hacemos?", podríamos cambiar más fácilmente algo que no nos guste en nuestra vida.
¿Para qué seguimos recordando la infidelidad de mi expareja?
¿Para qué lloro porque no me quiere el que yo quiero?
¿Para que me lamento tanto el tener que ir a trabajar, si de todos modos voy a ir?
¿Para qué estoy estudiando?
¿Para qué estoy trabajando?
¿Para qué ofendo a mi pareja?
¿Para qué llego tarde?
¿Para qué soy feliz?
¿Para qué sigo sufriendo?
¿Para qué me preocupo? (Mejor me ocupo)
¿Para qué estoy triste?
¿Para qué sigo llorando si ya pasó?
¿Para qué estoy enojada?
¿Para qué me levanto cada mañana?
¿Para qué les digo a mis hijos que su papá no los quiere?
¿Para qué le grito al camión que se me atravesó?
¿Para qué le digo "te lo dije"?
¿Para qué demuestro que tengo la razón?
¿Para qué me quejo?
¿Para qué me digo tonta cada vez que se me cae una cosa o hago algo mal?
Cada pregunta que reflexionas y contestas sinceramente, te acerca más a encontrar un sentido de vida y mejor aun, a darte cuenta de que darle vueltas a lo mismo es innecesario y no vas a llegar a nada nunca; sólo a lastimarte, a no seguir adelante y a lastimar a las personas que están a tu alrededor y que amas.
Tal vez descubrirás lo que verdaderamente te está afectando, a lo mejor sólo haces las cosas por darle gusto a los demás, o por no hacer sentir mal a alguien que quieres y no estás haciendo nada de lo que a ti te gusta. No haces nada que a ti te llene de emoción ni que satisfaga tus necesidades.
Al preguntarte para qué haces las cosas o para que sientes lo que estás sintiendo, le podrás dar la importancia que realmente tiene a uno u otro asunto de tu vida.
Esta pregunta es un filtro para tener más tranquilidad en tu vida, pelear, gritar, demostrar que tienes la razón, muchas veces sólo alimenta al ego y nos separa más de la paz interior; nos desgastamos demasiado en darle gusto a los demás y a hacer todo lo posible para que hablen y piensen bien de nosotros que sacrificamos nuestros deseos y gustos por las demás personas y eso nos hace seres frustradas y enojadas.
Cuando le encontramos un sentido a las cosas que hacemos, vivimos con un equilibrio que hará que estés más tranquila, más bonita, más feliz!
Sinceramente
Mariana
No hay comentarios.:
Publicar un comentario