domingo, 29 de marzo de 2015

Definiendo prioridades

Cuando eres soltera, tienes la enorme ventaja de que todo, absolutamente todo tu tiempo, realmente es tuyo. Tu trabajo, tus estudios, el tiempo para dormir y descansar, para divertirte o solo para no hacer nada.
Pero cuando tienes hijos y un esposo que atender, la cosa cambia. Cuando tienes tu familia propia, ya no eres dueña de tu tiempo, tienes otras responsabilidades y tu tiempo libre es muy limitado.
 
Por eso para organizarte mejor y para no descuidar lo más importante para nosotras, que es la familia, debemos: Definir nuestras prioridades.
Por supuesto que el trabajo es lo más importante, sin embargo podemos "robar" un poco del tiempo que dedicamos a nuestros hijos y esposo para hacer algo que nos gusta  y  disfrutamos mucho. 
 
El problema empieza, cuando ese poco de tiempo restado a nuestras responsabilidades como mamá o esposa, se vuelve, demasiado tiempo. Y nuestra presencia dentro de la casa se vuelve cada vez menor.
 
Conozco mujeres que a pesar de que ya se pueden ir a su casa, cuando la jornada laboral termina, no lo hacen. Al contrario adelantan cosas para el otro día o buscan a quien ayudar con su trabajo. No les gusta llegar a su casa o hacen tiempo para que la persona que cuida a sus hijos, les de cenar y los duerma, para así sólo llegar a dormir. Claro que están cansadas, ellas y las miles de mujeres que ayudan  su esposo con el gasto de la casa o que por alguna circunstancia se convirtieron en mamá y papá a la vez. Sin embargo, cuando la prioridad, por ejemplo, son tus hijos, no hay cansancio o tedio, que  haga retrasarte un minuto saliendo del trabajo para ir corriendo a verlos.
 
Otra distracción en la que se excusan algunas mujeres para no prestar la debida atención a su familia, es la religión. Cualquiera que esta sea, le dedican la mayor parte de su tiempo. Todos los días van a la iglesia, a veces no hay nada que hacer pero ellas buscan algo en que entretenerse. Yo creo que Dios no va a estar contento con alguien que dejó a sus hijos sin comer, a su esposo sin atender y su casa sucia para estarse todos los días,  la mañana y la tarde en la iglesia, dándose golpes de pecho o viendo a ver que se ofrece, en lugar de estar al pendiente de sus obligaciones.
 
Si te das cuenta, las excusas son buenas y tienen un excelente fin. No estás con tus amigas, ni estás paseando por ahí, perdiendo el tiempo. Son pretextos perfectos: Estoy con Dios, estoy trabajando o estoy haciendo ejercicio. El ejercicio o ayudar a la iglesia, son cosas excelentes para hacer en tu tiempo libre, pero cuando caes en el exceso, empiezas a descuidar lo que pareciera que debería ser lo más importante para ti.
 
Hay mujeres que hacen ejercicio en la mañana y en la tarde. Jamás pospondrían una rutina por algún compromiso familiar. Toda la organización familiar gira en torno de esa actividad, nadar, correr, andar en bici.... por ejemplo, los domingos en las mañanas cuando la pareja despierta y estira el brazo para el otro lado de la cama, ya está vacía. Tu esposo se va acostumbrando a que tiene que hacer las actividades diarias sin ti, porque no se puede contar contigo para nada. En este caso tu prioridad, es el ejercicio. 
 
Este blog está dedicado a las mujeres, sin embargo este artículo lo podemos aplicar tanto en ellas como en los hombres. Cuando eres parte importante de una familia como el papá o la mamá, no puedes decidir sobre todo tu tiempo, todos juntos son un equipo y aunque cada quien debería tener una actividad divertida, no debe invadir el tiempo que debe ser dedicado a los demás.
 
Cuando empiezas a definir tus prioridades, te das cuenta de qué es realmente lo más importante para ti. Cuando reconoces que por ejemplo, la religión o el ejercicio son más importantes para ti que tu familia misma, puedes alejarte para siempre de tu familia, pero de un jalón, no poco a poco, haciendo sufrir y desesperando cada día,  a cada integrante de la familia, que lo único que quieren es estar más tiempo contigo.
Cuando definimos prioridades las cosas toman su lugar más pronto, ya que tarde o temprano la relación si sigue así va directo al fracaso.
 
¡Vamos a reconocer lo que realmente es importante para nosotras, así, lo que hagamos lo vamos a hacer con más cariño y entusiasmo! 
 
 
                                                                                              Sinceramente
 
                                                                                                  Mariana


domingo, 22 de marzo de 2015

¡Basta de sentirse víctimas!

¿Tu vida es una tragedia? ¿Sientes que todo "lo malo" te pasa únicamente a ti? ¿Tu día lo empiezas diciendo: a ver hoy que me pasa, a ver con qué me sale la vida, a ver que cosa trágica "me llega" hoy? ¿Crees que eres una persona sin suerte? ¿Crees que desde que tienes uso de razón, el universo se configuró contra ti para hacer de tu vida una desgracia?
BASTA!!!
Cambia tu actitud ante la vida, ante los sucesos desagradables que nos pasan A TODOS, por cierto, no nada más te pasa a ti. Si volteas a tu alrededor, puedo estar completamente segura que a todos nos ha pasado algo muy difícil de superar, nadie tiene el trabajo comprado, nadie tiene el amor de una pareja asegurado para el resto de la vida, nadie tiene la salud asegurada, te puede dar desde un simple catarro hasta un infarto al corazón.
¿No te parece increíble que, por ejemplo, una llanta ponchada en la mañana de un lunes termine en una semana desenfrenada de amargura y coraje contra el mundo?,  ¿Y que sea viernes y todavía sufras los remanentes de esa ponchadura?
Las situaciones difíciles o complicadas que suceden durante el día, deben ser vividas tal cual son, sin ponerle un toque de tragedia al asunto. Tenemos que ser objetivas y darle el tamaño y la importancia que realmente tiene cada cosa.
Si acabas de limpiar el refrigerador, te cansaste y lo dejaste como espejo de limpio, en eso metes un frasco de salsa sin tapa y se te voltea, no quedó un solo espacio  dentro del refri sin salsa, tienes de dos: Respiras profundo, le das la importancia que tiene, ¡Sólo se te cayó la salsa!, y vuelves a limpiar, en el momento o hasta en la noche que regreses porque ya te tienes que ir. O haces una tragedia: "Todo me sale mal" "No sirvo para nada" "Dios me abandona en los momentos más difíciles". Imagínate lo que pensaría una mamá que tiene un hijo en el hospital, con una enfermedad terminal, de tu "tragedia".
Hasta en los momentos más difíciles debes actuar con objetividad. Si le quitamos ese tinte de drama a la vida todo será más fácil de resolver. Hay gente que cuando la saludas siempre está mal, incluso su actitud es de desgracia, están encorvados, no esbozan ni una sonrisa, sus gestos son de devastación total.
¿Sabes que tu mente y tu cuerpo crean un estado así? ¿Y que es lo único que saben crear? La gente dice que se "juntan las tragedias" sin embargo lo que sucede es que nosotros mismos las creamos. Es como estamos acostumbrados a vivir. Es un ciclo y no es imposible salir de él.
Muchas veces con el afán de ayudar a un hijo, a un amigo o a un familiar, "solapamos" esa actitud. Si pones atención, la gente que vive así, sabe con quien quejarse. Cuando lo que reciben no es una respuesta compasiva y de comprensión, si no de solución total a su problema, se alejan de esa persona. Por el contrario cuando escuchan lo que quieren escuchar, encontraron a su perfecto pañuelo de lágrimas.
Deja de ser la víctima en el trabajo, en tu casa, en el mundo. Sal de tu zona de confort, tu puedes hacerlo. Claro que es difícil, claro que es un proceso. Y como te dije anteriormente, si no puedes sola, pide ayuda. Es cuestión que te digas a ti misma: !YA BASTA¡ !YA NO QUIERO SUFRIR¡
                                                                                     Sinceramente
                                                                                         Mariana

domingo, 15 de marzo de 2015

¡Vamos a disfrutar!

Hacer algo que nos gusta es genial. ¡Y vivir para poder hacer algo que nos gusta es mejor!
Hace que cada mañana te levantes de la cama con gusto, sin flojera, con muchas ganas de empezar el día. ¿Has visto a un niño cuando le gusta ir a la escuela?  Antes de que suene el despertador ya tiene los ojitos abiertos, está sonriente, desayuna y se cambia de ropa rápido.

Ir a trabajar, a la escuela, limpiar tu casa, planchar, lavar, hacer la comida, andar de chofer de los niños, ir al súper, las  juntas de tu trabajo, las de la escuela, atender tu negocio y otras actividades más, son parte de la rutina  que hacemos cada día, cada semana, todos los años....

Cuando tienes un objetivo, a corto, mediano o largo plazo,  (y que aunque pueda ser pequeño para los demás, es grande para ti, a cada persona nos gustan cosas diferentes y sobre todo también tenemos diferentes prioridades), la carga diaria, parece más liviana.

Ir de vacaciones a un lugar que te guste mucho, comer en un restaurante, ir al cine, pasear un fin de semana, ir a trabajar sabiendo que con tu pago vas a comprar al fin un suéter, una guitarra, ese coche que tanto quieres, ayudar a una causa social, tener tiempo extra para no hacer nada.
 
 Las cosas se van haciendo tan rutinarias que no valoramos  lo que tenemos o hacemos todos los días,  por ejemplo, la comida que les damos a nuestros hijos tres veces al día. Esa comida se compró con un sueldo y ese sueldo se obtuvo de un trabajo, y ese trabajo se logró gracias a tu esfuerzo diario, a aquella discusión que te causó un dolor de cabeza espantoso, a tratar con gente muy difícil, al trabajo tan cansado y pesado de tu esposo. Se logró gracias a que trabaja de madrugada, o a que estudió mucho y al fin lo pudieron subir de nivel en su empresa.
 
Cuando al realizar las cosas que hacemos diariamente y piensas en los resultados que obtendrás, y en los deseos que vas a cumplir, haces las cosas con mas empeño y más dedicación, por consiguiente se va haciendo un excelente ciclo y vas creciendo cada vez más.
 
Las mujeres mayores, van perdiendo poco a poco ese sentido de vida, van dejando atrás sus sueños y se hacen a la idea de que lo divertido que hicieron, ya lo hicieron en su juventud.
 
Nuestras mamás, tías o amigas mayores de 70 años pueden encontrar también eso que nos hace saltar de la cama día con día, algo que haga que nos sintamos satisfechos y con el corazón lleno. Vamos a ayudarlas a que se sientan todavía más realizadas de lo que ya están. No dejemos que decaigan y lleguen a sentir que ya no "sirven de nada".  "Vegetar" es bueno sólo para las plantas. Hay mucha gente que necesita ayuda, cuidar, enseñar, aconsejar, vigilar, pasear, leer son cosas que ellas pueden hacer y las harían sentir muy bien.
 
Hagamos nuestra rutina diaria enfocándonos en el resultado final. Así vamos a disfrutar más cada momento del día. Vamos a VIVIR. Todo se vale, el límite lo pones tú. y lo mejor .... ¡Es que no hay límites! Todas podemos hacer y cumplir los sueños que tengamos, recuerda que sólo es cuestión de ¡Creer que puedes hacerlo!
 
 
                                                                                            Sinceramente
 
                                                                                                Mariana

domingo, 8 de marzo de 2015

Afrontando la responsabilidad

Todas hemos alcanzado la madurez física. Sin embargo, algunas de nosotras no hemos podido llegar a la madurez emocional. No hay una edad exacta para llegar a esta, hay niñas de preparatoria lo suficientemente maduras, como para sostener una relación emocional y de trabajo y hay mujeres de 30 0 40 años que nada más no se les da.
 Ante situaciones difíciles o de conflicto, cuando rompes con tu novio, cuando te despiden del trabajo, en un divorcio, en una discusión, cuando la otra persona tiene mejores argumentos que tú, reaccionamos de manera poco inteligente. Pareciera que actuamos sólo por impulso:
Salirte de tu casa a media noche después de una pelea, poniendo en riesgo tu vida y  la de tus hijos.
Pedirle el divorcio a tu esposo ante la primera batalla perdida.
Colgar el teléfono cuando ya no te quedan argumentos.
Salir con el mejor amigo de tu exnovio para darle celos.
Aventar las cosas.
Publicar tu rompimiento amoroso en alguna de las redes sociales, queriendo victimizarte y dando a entender que el exesposo es el único causante de su separación.
Levantarte de la mesa en un restaurante, por supuesto hacer que todos se den cuenta y dejar a la pareja solo a media cena.
Hablar y hablar y hablar mal de tu expareja.
Cuando actuamos por impulso el instinto es el que nos gobierna en ese momento, no pensamos las cosas y no estamos conscientes de nuestra actitud.
Debemos empezar a afrontar todo lo que nos pasa, sea bueno o malo, con responsabilidad. Debemos permitirnos perder una discusión, debemos saber cuando hay que envainar la espada y decir: Si, tienes razón. y seguir adelante.
Empecemos a asumir nuestra responsabilidad en las cosas que nos pasan. Si tu esposo es alcohólico o infiel o celoso o mentiroso o indiferente o habla muy golpeado o cualquier defecto que tenga, puedo estar casi segura, de que así era desde que eran novios. Tal vez en una proporción menor pero esos defectos no nacen de la noche a la mañana.
 En el caso de una separación, debes asumir la responsabilidad que a ti te toca, no quisiste ver esos defectos, o tal vez pensaste que con tu amor lo ibas a cambiar. O simplemente tú también hiciste cosas que a tu esposo no le gustaban, tu también dejaste pasar el tiempo sin remediar alguna situación, hasta que ya no tuvo solución.
No elegimos bien y no somos perfectas. Esa es la parte de responsabilidad que debemos enfrentar. Por supuesto que es más fácil ser la víctima del cuento. La mayoría de los hombres no dan detalles sobre sus "peleas perdidas" y ahí es donde nosotras aprovechamos para victimizarnos. Ellos callan. Tal vez abran su corazón a algún amigo muy cercano, pero nada más. Viven su duelo en silencio, mientras algunas de nosotras preferimos el ruido.
Y esto tiene una ventaja. No involucran a tanta gente en su pena. No repiten y repiten a una y otra persona su desgracia y lo infeliz que lo hizo su exmujer. Yo creo que por esta razón es que ellos superan  rápidamente la separación. Cuando te das cuenta, tu expareja ya tiene una nueva relación.
 ¿Y nosotras? Seguimos y seguimos dándole vueltas al asunto. Claro, si cada persona que nos topamos en la calle o en el chat y a la cual informamos detalle a detalle de nuestro rompimiento amoroso, nos pregunta que "cómo vamos",  "que si lo has visto", "que si ya tiene otra mujer".
Vamos a actuar como mujeres fuertes y maduras ante una separación o cualquier conflicto que se nos presente. Que el instinto no nos domine. Pensar, antes de actuar es imprescindible para poder tener armonía a nuestro alrededor. Un minuto de reflexión antes de cualquier respuesta, nos llevará a tomar mejores decisiones en nuestra vida. Actuar de manera consciente en todo lo que hagamos hará que disfrutemos cada día: ¡Vivir!
                                                                                       Sinceramente

                                                                                           Mariana