¿Te imaginas a ti misma contándole a tus amigas que te vas a casar y que cuando tu novio y tú vivan juntos en su casa te vas a dedicar a cambiarlo? ¿Que te vas a embarazar pronto para que, por su hijo cambie eso que tanto te molesta? ¿Qué ya que lo tengas bien "amarradito" le dirás sus verdades y que o cambia o se atiene a las consecuencias?
¿Nunca lo dirías verdad? Sin embargo, son demasiadas las mujeres que antes de casarse piensan así. No ven la hora de empezar a "moldear y transformar" a su novio en el esposo perfecto para ellas. Obviamente, no lo logran, ni con un hijo, ni con dos o tres más; el asunto se vuelve cada día más complicado para la esposa.
Siempre ten presente que lo que no te gusta de tu novio, con el tiempo se hará más y más grande. Si en medio de tanto amor e ilusiones, tanto cariño y días de color de rosa no te gustaba, después entre pañales, trastes sucios, dolores de espalda por el cansancio y niños demandantes llorando a tu alrededor menos te gustará. Tal vez no es que ese defecto crezca, si no que ahora sin el toque de ternura y romanticismo que tenían en el noviazgo, ya no lo estás dispuesta a tolerar.
Creo que no es justo querer cambiar a alguien. Ni siquiera el sujeto en cuestión sabía que odiabas tanto eso que hacía, nunca se lo dijiste seriamente. Nunca le propusiste " o lo cambias, o se acaba la relación". ¿Y ahora que ya viven juntos se lo quieres proponer?
Dejar de fumar, de tomar demasiado alcohol, de salir con sus amigas, de trabajar tanto, cambiar sus hábitos de higiene, sus hábitos para comer, para dormir o para vivir. Los hombres no son muñequitos de masa que podamos manejar a nuestro antojo, debemos respetar su manera de ser, sobre todo cuando ya lo conoces lo suficiente al decir "sí, acepto".
El matrimonio no es un chiste, el que haya tantas personas infelices y casadas no significa que sea común, que sea normal, el que muchas de tus amigas casadas vivan una batalla diaria para desaparecer ese defecto que tanto odian de su esposo, no quiere decir que así tiene que ser tu relación matrimonial.
Para eso es el noviazgo, para que además de disfrutar juntos un tiempo, se conozcan, y entre otras cosas, se den cuenta de qué es lo que están dispuestos a tolerar y qué no lo están. Siempre ten presente que no debes cambiar a nadie, hay demasiados hombres y mujeres diferentes como para querer hacer a alguien a nuestra manera y modo de ser.
Respetarnos y no querer cambiar lo que odias de tu novio, es lo congruente, estás a tiempo... es mejor dejarlo libre y que él encuentre a alguien que lo ame tal cual es...
Sinceramente
Mariana