Toda la gente me lastima, no confían en mí y creen que soy tonta. Me ofenden con sus comentarios y todo absolutamente todo lo que dicen es para molestarme. El universo con todos sus integrantes humanos viven para fastidiarme la vida; la gente que sí es feliz se burla de mí. Disfruta lo que ha ganado muy fácilmente y no le importa si yo tengo o no tengo dinero para esas cosas.
Platican de sus viajes y andan en sus coches lujosos presumiendo y haciendo que los vea sólo para molestarme. Se sienten lo máximo y ni siquiera entienden lo que yo siento, no ven que trabajo tanto y no puedo tener lo que ellos tienen. Cada foto que veo de ellos, cada vez que cuentan sus súper historias, lo hacen para hacerme sentir menos. Ni siquiera saben por las que he pasado, soy una víctima de los demás. Todos están en mi contra y les alegra que yo esté mal. Deberían darme dinero y tiempo, en lugar de gastárselo en cosas que ni necesitan.
¿Eres de las personas que piensan así? ¿De verdad crees que eres el centro del universo y todo gira en torno a ti? ¿De verdad crees que la gente que tiene más tiene la obligación de regalar su dinero y su tiempo?
Las acciones de las demás personas no tienen por qué afectarte a tal grado de odiarlas por lo que hacen, por lo que tienen o por cómo se divierten. Sea como sea que hayan tenido sus bienes materiales y sobre todo su tranquilidad, no es tu problema. Ni tienen por qué darte explicaciones al pasear o hacer cosas que tú no puedas hacer.
Las oportunidades en la vida ahí están, esperando por alguien que las quiera; esperando por alguien que sí crea que se las merece y que las quiere aprovechar. Cuántas personas hemos conocido todos, de origen muy humilde que ahora son grandes empresarios, son personas cultas, amables y con poder. Ellos no querían vivir en donde les tocó nacer, no querían vivir como sus padres ni tener carencias, culturales, emocionales y económicas.
Muchas veces somos injustos y creemos que "le tocó buena suerte", la suerte no existe, la suerte se fabrica, con tus pensamientos y con tus ganas de lograr algo. Liberándote de creencias que sólo te limitan y te benefician en cierto modo, cumplirás tus metas. Para eso primero hay que tenerlas, y actuar de manera coherente con lo que quieres y con lo que haces y piensas.
Es mejor ser víctima, es mejor ser el necesitado y dejar que la vida me lleve por donde más me regalen. Vas sirviéndote de las personas a tu antojo sólo porque es su obligación, ellos tienen más que yo, ellos deben darme mucho más que yo a ellos. Cualquier ayuda, después se convierte en una obligación, cualquier ayuda se convierte en un problema porque anulas a las personas.
Aquí en México hay varios programas de ayuda social para las personas que menos tienen. Conozco varias que ya no buscan trabajo, familias de cinco o seis hijos a los que se les da mensualmente una cantidad para cada niño, para comer y vivir, tienen médico y medicinas, escuela pública y no necesitan más. No buscan un trabajo porque les quitarían la ayuda. No piensan en los demás y en que esa ayuda es para salir adelante, no para vivir de ella eternamente. Así crecen esos niños y se hace un gran bucle imposible de romper.
Todos, absolutamente todos, tenemos el presente que queremos; por el que hemos luchado y el que ha resultado de nuestras decisiones anteriores. La buena noticia es que si no te gusta tu vida, nunca es tarde para cambiar. En el momento que decidas tomar las riendas y responsabilizarte de ella empezarás a ver los cambios, sí es difícil, sí hay que trabajar, sí hay que compartir y ser agradecido con los demás.
Lo que crees, lo creas...
Sinceramente
Mariana