Algunas mujeres creemos que nuestro esposo nos va, o mejor dicho, nos tiene que querer siempre. Así nos lo prometió y lo va a cumplir, porque es buena persona y es un buen marido. No se nos ocurre que debemos defenderlo de ciertas situaciones, comentarios o de "alguien" que lo quiera hacer desistir de esa promesa tan importante.
Si estás pensando en que lo tienes que defender, de "las malas intenciones" de alguna compañera del trabajo, vecina o amiga, no estás consciente de la persona que puede llegar a ser, el verdadero enemigo de tu matrimonio........
Eres tú misma!
Debemos defender a nuestra pareja de nosotros mismas!
Desgano
Apatía
Desinterés
Rechazo
Humillación
Burla
Comparación
Flojera
¿Te suena familiar?
Aprovechándonos de el amor y la paciencia que siente por nosotros, no ponemos atención al comportamiento que tenemos cuando nos dirigimos a él. Estamos seguras que siempre nos va a querer y pensamos que nada va a hacer cambiar su manera de pensar. Ellos no te reclaman, no se quejan, sin embargo poco a poco vas creando una imagen de ti misma, totalmente diferente a la que tenías cuando se enamoró de ti. Las atenciones y cuidados que tenías con el, van desapareciendo. Lo mejor para ti y tal vez lo peor para él, es que no se va a ir de tu lado, precisamente porque es buena persona.
Preguntarle cómo le fue en el trabajo cuando llegue a casa, interesarse por sus cosas, respetar sus cajones (aunque te parezca innecesaria la cantidad de cables, pilas, papeles o lápices que pueda tener). Después de varias cosas que tiré y ropa que regalé, aprendí que sólo el puede decidir cuándo deshacerse de lo que no le sirve. Hacer la comida que le gusta aunque te de flojera, respetar su cartera, su coche. Cambiar tu actitud de desgano y apatía diaria con la que vives y lo recibes cada vez que llega a casa.
Yo pienso que desde que nos casamos, el hombre y la mujer quedamos al resguardo y cuidado uno del otro, e independientemente de si los dos trabajan para mantener la casa, debemos darnos un tiempo para atender a nuestro esposo. La mayoría de los hombres que conozco no son muy complicados que digamos, su ropa limpia, acomodada y planchada cuando la necesiten y una rica cena es suficiente para ponerlos de buen humor. Creo que casi todos los hombres son tragones así que es más fácil para nosotras cocinar, o comprar para comer algo que les guste mucho.
Son pequeños detalles los que hacen una gran diferencia, inténtalo, empieza a cambiar tu actitud con él y sobre todo, empieza a respetarlo. Es una doble ganancia porque va a estar contento, y....
¡Un marido contento dice más veces si, que no!
Sinceramente
Mariana