domingo, 31 de mayo de 2015

¡Defiende a tu esposo con toda tu fuerza!

Algunas mujeres creemos que nuestro esposo nos va, o mejor dicho, nos tiene que querer siempre. Así nos lo prometió y lo va a cumplir, porque es buena persona y es un buen marido. No se nos ocurre que debemos defenderlo de ciertas situaciones, comentarios o de "alguien" que lo quiera hacer desistir de esa promesa tan importante.
Si estás pensando en que lo tienes que defender, de "las malas intenciones" de alguna compañera del trabajo, vecina o amiga, no estás consciente de la persona que puede llegar a ser, el verdadero enemigo de tu matrimonio........
Eres tú misma!
Debemos defender a nuestra pareja de nosotros mismas!
Desgano
Apatía
Desinterés
Rechazo
Humillación
Burla
Comparación
Flojera
¿Te suena familiar?
Aprovechándonos de el amor y la paciencia que siente por nosotros, no ponemos atención al comportamiento que tenemos cuando nos dirigimos a él. Estamos seguras que siempre nos va a querer y pensamos que nada va a hacer cambiar su manera de pensar. Ellos no te reclaman, no se quejan, sin embargo poco a poco vas creando una imagen de ti misma, totalmente diferente a la que tenías cuando se enamoró de ti. Las atenciones y cuidados que tenías con el, van desapareciendo. Lo mejor para ti y tal vez lo peor para él, es que no se va a ir de tu lado, precisamente porque es buena persona.
Preguntarle cómo le fue en el trabajo cuando llegue a casa, interesarse por sus cosas, respetar sus cajones (aunque te parezca innecesaria la cantidad de cables, pilas, papeles o lápices que pueda tener). Después de varias cosas que tiré y ropa que regalé, aprendí que sólo el puede decidir cuándo deshacerse de lo que no le sirve. Hacer la comida que le gusta aunque te de flojera, respetar su cartera, su coche. Cambiar tu actitud de desgano y apatía diaria con la que vives y lo recibes cada vez que llega a casa.
Yo pienso que desde que nos casamos, el hombre y la mujer quedamos al resguardo y cuidado uno del otro, e independientemente de si los dos trabajan para mantener la casa, debemos darnos un tiempo para atender a nuestro esposo. La mayoría de los hombres que conozco no son muy complicados que digamos, su ropa limpia, acomodada y planchada cuando la necesiten y una rica cena es suficiente para ponerlos de buen humor. Creo que casi todos los hombres son tragones así que es más fácil para nosotras cocinar, o comprar para comer algo que les guste mucho.
Son pequeños detalles los que hacen una gran diferencia, inténtalo, empieza a cambiar tu actitud con él y sobre todo, empieza a respetarlo. Es una doble ganancia porque va a estar contento, y....
¡Un marido contento dice más veces si, que no!
                                                                                                                 Sinceramente
                                                                                                                      Mariana


domingo, 24 de mayo de 2015

Demasiado expuestas.

¿Te ha pasado, que unos días o semanas después de sentirte muy ofendida o lastimada por alguien que hizo o dijo algo "malo", o que tuviste una discusión con una persona, teniendo por su puesto tu "siempre la razón", después de que lloraste y sufriste mucho por algo que pasó, te calmas, reflexionas, piensas y te das cuenta de que EXAGERASTE?
 
A veces,  creemos que todo gira alrededor de nosotros, y depende del estado de ánimo que nos domine en ese momento, es como reaccionamos.
 
Si estamos tristes, todo lo vemos color gris, todo nos afecta de tal manera, que pareciera que el universo se configuró en nuestra contra para hacernos llorar cada media hora. Si tenemos coraje sentimos que todos nos quieren ofender, ni siquiera dejamos que la persona con la que platicamos termine su frase, porque ya estamos defendiéndonos; todo nos irrita, cualquier situación nos hace salir de nuestras casillas y perdemos el control al mínimo comentario o actitud de un compañero de trabajo, de un vecino, de tu pareja y peor y más triste aun, de tus hijos.

Estamos demasiado sensibles y sobre todo: Demasiado expuestas a los comentarios y acciones de los demás! Todo nos afecta, todo tiene que ver con nosotros, yo, yo, yo.......
Si reflexionamos un poco, sería prácticamente imposible que todas las personas de nuestro alrededor vivieran para molestarnos, o se despertaran pensando como humillarnos y hacernos sentir mal. No es así, no puede ser... Y en caso de que así fuera, que no lo creo pero de todo hay en este mundo, no debería de afectarte.

Las personas ahí están, viviendo cada quien su vida, resolviendo cada quien sus problemas. No podemos cambiar al mundo entero, pero nosotros si podemos cambiar. Ese cambio tan importante para que seamos objetivas y tomemos las cosas como son: Como el comentario o la actitud o acción de una persona más, y no darle el poder a esa persona de dirigir tu día, tu semana, tu mes y toda tu vida, empieza de adentro hacia afuera..... Empieza por ti!

Todos los sentimientos de: Tristeza, dolor, enojo, frustración, impotencia, depresión y muchos más, nos afectan dependiendo del grado de fortaleza o debilidad que tengas. Con una mente fuerte y agradecida con la vida que tienes, no permites que NADIE, invada tu paz.

Si en ciertos momentos de la vida te sientes vulnerable a los comentarios de los demás, estás demasiado sensible, bajaste completamente la guardia y las defensas de tu mente. Es espantoso que algunos hombres (y a veces las mismas mujeres), nos ofendan diciendo que es cuestión "de cada mes".

Claro que podemos lograr una estabilidad emocional, para tomar grandes decisiones en el momento que sea, sin que los sentimientos exagerados que nos dominan ese día, las afecten. Por supuesto que a veces, no tenemos ganas de nada, estamos irascibles, tristes, etc. Pero en un nivel normal, sin que estos sentimientos nos dirijan el día.
Si crees que eres una persona que todo lo que le digan, quien sea, un familiar, un conocido, un amigo o un desconocido le afecta, puedes cambiar; puedes ver la vida de otra manera y disfrutarla más todavía. A veces solas no podemos, busca ayuda, ya lo he dicho varias veces y no me cansaré de repetirlo, mucha gente te está esperando con los brazos abiertos en los talleres de la escuela de tus hijos, en las dependencias del gobierno, en los templos, en un consultorio médico.

El poder de cómo quieres sentirte, lo debes tener tú, no los demás!

                                                                                                            Sinceramente

                                                                                                                 Mariana



domingo, 17 de mayo de 2015

Nada justifica una infidelidad.

Las personas que han sido infieles, al menos la mayoría, no salen a la calle un día muy decididas diciendo: ¡Desde hoy voy a buscar a alguien para ser infiel!
(Vamos a hablar de personas normales que no tienen un problema de infidelidad serio. No de hombres y mujeres que si viven buscando la oportunidad para serle infiel a su pareja).
 
Tu situación sentimental: La rutina, el maltrato físico y mental, el abandono emocional, los problemas económicos, la falta de atención de tu pareja, la inestabilidad, son factores que empiezan a crear desánimo en el matrimonio o en un noviazgo.
Los valores que nos inculcaron desde pequeños son un freno muy grande para evitar una infidelidad, sin embargo algunas veces cuando te das cuenta ya estás en medio de una relación de tres personas.
 
No supiste en qué momento llegaste ahí, todo fue tan despacio y tan inesperado, ni siquiera lo planeaste, cuando en algún momento después de tantos días y meses despertaste, ya tenías dos parejas. En el momento que adviertes la gravedad del asunto, quieres poner un alto y un freno y ya no se puede; quisieras regresar el tiempo y borrar todo,  despertar de esa horrible pesadilla pero  ya es demasiado tarde; el daño está hecho y no se puede dar marcha atrás.
Amas a tu esposo o esposa y a tus hijos y te diste cuenta que los lastimaste demasiado. No te queda más que resolver tan difícil situación. Pronto todo se sale de control, recuerda que tarde o temprano todo se sabe.
Este daño tan grave va creciendo poco a poco hasta que es muy grande...
Sin embargo, si existe un secreto para no caer jamás en ese juego:
 
¡NUNCA EMPEZAR¡
 
Evitar a toda costa todas las situaciones "peligrosas" que tal vez después de cierto tiempo y continuidad terminen en un engaño, es básico para no ser infiel. Para saber que una situación es "peligrosa" hay tres preguntas que debes hacerte:
 
¿Le puedo contar a mi pareja dónde estuve, con quién salí, y de qué platicamos?
¿Le puedo o le quiero contar a mi pareja, con quién estuve platicando largas horas por mensajes mientras el no estaba?
¿Esto que estoy haciendo, me gustaría que mi pareja lo hiciera?
Si no puedes decir, contar o platicar estas cosas, sabes perfectamente que está mal lo que estás haciendo y que tu pareja se va a enojar cuando se entere que las hiciste.
 
Todos tenemos amigos del sexo opuesto y nos llevamos súper bien con ellos, cuando le contamos a nuestra pareja lo que hablamos con ellos, algo gracioso que dijo y nos hizo reír mucho, un problema grave que tiene y que nosotros le estamos ayudando a resolver, todo está bien, porque sabemos que no se va a enojar cuando le platiquemos porque no estamos haciendo nada malo. Incluso si nuestra pareja lo hiciera por alguien más tampoco nos enojaríamos.
 
Algunas de las situaciones "peligrosas" que deberíamos evitar hacerlas demasiadas veces, con amigos del sexo opuesto son:
Quejarte de tu pareja.
Salir a comer o cenar  fuera del trabajo.
Ser el pañuelo de lágrimas de alguien.
Platicar de cosas muy personales con gente de tu trabajo en fines de semana o cuando no estés trabajando.
No decir que algo te está incomodando y poner un alto inmediatamente de que esto sucede.
Desayunar, comer o cenar todos los días con alguien, la costumbre puede convertir en amor algo que sólo es amistad.
 
No abras esa puerta, sigue tu sentido común. Si no eres feliz en tu matrimonio o en tu noviazgo has algo por cambiarlo, si no puedes aléjate y sigue tu camino. No es justo hacer tanto daño, sobre todo a las personas que nos aman.  Recuerda que nada, nunca........ ¡Justifica una infidelidad!
 
                                                                                                            Sinceramente
 
                                                                                                                 Mariana
 
 
 

domingo, 10 de mayo de 2015

¿Por qué ya no hay caballeros?

Algunas mujeres nos quejamos de que actualmente, ya no hay caballeros. De que los hombres cada vez son menos formales, menos detallistas y que ahora ya no le ponen tanto empeño a conquistar a una mujer. Creemos que se están volviendo insensibles y que aquellos tiempos en los que el hombre buscaba la manera más perfecta para enamorar a una mujer, quedaron en el olvido.
 
Me di a la tarea de preguntar a algunos hombres,  por qué ya no había caballeros. Su respuesta (la de casi todos), me dejo fría: "Porque ya no hay damas". Así de simple y tajante me contestaron. No tuvieron que pensar mucho y sin generalizar, creo que tienen razón.
 
Hace muchos años, las mujeres tenían que ir al "ritmo de conquista" del muchacho en cuestión; el, según viera la reacción de la muchacha, iba avanzando poco a poco hasta enamorarla para que le diera el sí, pero para ser novios nada más. Para ir más lejos que tomarse de la mano, darse un que otro beso y al final para casarse, tomaba mucho más tiempo que ahora.
 
Como todo, las cosas fueron evolucionando y todo se volvió más liberal. Sin embargo hasta hace unos veinte años, todavía los hombres buscaban la manera de conquistarnos. En cuanto les gustaba alguien, iniciaban el gran proceso para hacerla su novia. Preguntaban a sus amigas sus gustos, sus intereses, se hacían los aparecidos en su casa. Quedaban bien con la mamá, sabían que si la mamá los quería, ella los defendería del "suegro" (esa parte era muy importante, ya que tendrían todos los permisos para ir a bailar, al cine o a cenar). Les hablaban por teléfono con un buen pretexto. Empezaban a salir y después de un tiempo que "ellos" creían correcto les declaraban su amor.
 
Ahora tooodo es diferente!
 
Nosotras queremos llevar la batuta y decidimos cuándo y cómo empieza la relación. Nosotras nos las arreglamos para que nos invite a cenar, a bailar o al cine. Nosotras buscamos a sus amigos para que nos ayuden a conquistarlo, nos hacemos presentes a lo largo de todo el día. Mandamos mil mensajes por todos los medios posibles, y si no nos contesta le marcamos por teléfono con cualquier pretexto para saber que pasó. Somos obvias y no nos importa, simplemente porque así se usa y así lo hacen casi todas las demás. Y si no nos busca, o no  habla o no manda mensajes, nosotros seguimos en la conquista, y si se va de viaje, no importa, nosotras vamos detrás de ellos también. No entendemos las señales tan directas de que simplemente, ¡No les interesamos como novia!
 
Ahora las mujeres se comportan como hombres. Hablan como hombres, piensan como hombres, bailan como hombres, fuman, toman alcohol y comen como hombres,  trabajan como ellos y  ligan como hombres también. Tal vez los hombres, estén interesados en alguien que no sea tan parecido a ellos. Alguien que sea diferente y que puedan proteger y conquistar a su manera y a su ritmo.
¡Pero ya no pueden!
 
Poco a poco les quitamos ese "control" sobre las relaciones. Ya no tienen nada de que preocuparse, ni de quedar bien con la familia, ni de quedar bien con sus amigas y buscarlas para saber más de ella. Les quitamos el poder de sorprendernos con un detalle o con un regalo especial. Simple y sencillamente porque queremos que las cosas salgan justo como nosotras pensamos .
 
Y si empezamos a cambiar la cosas. Si en lugar de buscarlos, esperamos a que nos busquen, si a un hombre le gustas, hará hasta lo imposible por buscarte, lo puedo asegurar. Si dejamos, dándoles tiempo y espacio, que se les ocurra como nos quieren conquistar.
 
Si ya estamos casadas, con nuestro comportamiento podemos hacer que  nuestro esposo nos sorprenda! Que recuerde cómo nos conquistó!
Y si todavía eres soltera, deja que tu pareja sea un caballero. Tal vez ellos se tomen más tiempo para invitarte a salir o para darte un anillo de compromiso; déjalo que piense, déjalo que se le ocurran cosas y que organice todo a su manera. Probablemente estás pensando: No, porque si me espero me lo ganan. Los hombres no son asientos de conciertos que se ganan o se pierden. Si eligió a otra mujer en lugar de a ti, no fue porque ella te lo ganó, si no es un concurso, es porque NO LE INTERESAS!
 
  ¡Deja que te conquiste....... a su manera!
 
                                                                                                                    Sinceramente
                                                                                                                        Mariana